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viernes, 8 de abril de 2011

PAULA CORREA DE ZAMORA


PAULA CORREA DE ZAMORA


Algunas informaciones sobre su vida



Por: José Atahualpa Pinto Eva´s



La vida de Paula Correa ( Josefa Paula Correa Rodríguez), madre de Ezequiel Zamora, el héroe de la Federación, se conoce parcialmente en lo publicado por algunos de los biógrafos de su hijo. En su testamento conocido y fechado en Caracas en Octubre de 1864, Paula Correa de Zamora afirma ser viuda, natural de Choroni e hija de los finados Juan Víctor Correa su padre, y Bárbara Rodríguez su madre, quienes viven en 1768 en Villa de Cura. la fecha de su nacimiento no se conoce con exactitud, pero por algunas información divulgada se supone que fue en las últimas dos décadas del siglo XVIII.



En 1808 vive en Villa de Cura y regenta una escuela en la Casa Parroquial. Ese mismo año se casa con José Alejandro Zamora. En 1809 vive todavía en la calle real de dicha Ciudad, en la casa de doña Margarita Pereyra, su suegra. Había nacido su primogénita Carlota, su esposo fue militar del Bando Patriota y seguramente por los azares de la guerra, la familia tuvo que emigrar hacia los Valles del Tuy donde nace el 1º de Febrero de 1817, en Cúa, su hijo Ezequiel. El padre de Ezequiel el Sr. Alejandro Zamora de 43 años, fallece en 1821 el año de la Batalla de Carabobo.



Doña Paula Correa y sus seis hijos (Carlota, Genoveva, Raquel, Antonio José, Ezequiel y Gabriel) se trasladan a Caracas en 1825, Carlota seria la esposa del Asaciano Juan Caspers quien según Villanueva, crio a Ezequiel y cuido de su educación, Genoveva quien se casará con su primo José Manuel García; Raquel será la esposa del General José Gregorio Quintana, hubo un séptimo hijo llamado Alejandro el cual murió recién nacido.


Los años iníciales de su viudez debieron ser críticos para Paula Correa. Como cabeza de una familia numerosa debió sufrir los lógicos apremios al no contar con rentas o bienes de fortuna, excepción quizás, de alguna magra pensión que recibiría como compensación a los servicios prestados a la causa de la Independencia, por su finado esposo. Caracas en esa época era una ciudad venida a menos, empobrecida, que mostraba por todas partes las ruinas del terremoto de 1812. La crítica situación económica de la familia, obligo a los hermanos Zamora Correa (Antonio José, Ezequiel y Gabriel) a asistir a las clases escolares para niños pobres que dirigía el cuáquero José de Lancaster. Posteriormente se incorporarán a la Escuela Bolívar, atendida por José Vicente Méndez con otros tantos alumnos, en similares circunstancias.



Una hermana de doña Paula Correa, María Josefa, era la madre de José Manuel García Correa, primo de los Zamora Correa y natural de Maracay. El padre de José Manuel era Canario, cultivador de añil en los alrededores del Lago de Valencia y realista. En 1821 emigra del país hacia Puerto Rico y sus bienes le fueron secuestrados. Su hijo recién graduado de Bachiller va con él. En 1831 José Manuel García Correa se recibió en Licenciado en Derecho en la Universidad Central y al año siguiente obtuvo el doctorado. Este personaje jugará un papel importante en la vida de los Zamora Correa y algunos biógrafos dicen que fue el mentor intelectual de su primo Ezequiel.



Ejerció como abogado y fue profesor de Derecho Civil en la Universidad, posteriormente será activo fundador del partido Liberal, miembro de la alta Corte Federal y llegará a ser Rector de la Universidad Central en 3 oportunidades. Pedro Núñez de Cáceres en sus Memorias nos da una visión personal bastante negativa de este personaje acusándolo de traficante de pleitos judiciales, a quien “se dirige todo el que tiene pleito y quiere ganar sin riesgos, por cuyo motivo se le titula corredor de cohechos”, algo de esto pudo ser cierto, porque mucho más tarde, después de la Guerra Federal, doña Paula Correa lo acusa públicamente de actuar en convivencia con médicos empleados en la Universidad para declararla loca en los tribunales y poder apoderarse así de una parte del dinero que la Asamblea Constituyente le había concedido por ser la madre del General Ezequiel Zamora, y le dirá en tono airado:



“Dr. García Ud. Ha herido el corazón a su madre política y tía carnal, por cuatro reales. Espere recoger el fruto de su conducta.



Importan además para el conocimiento de la vida de Paula correa otros detalles pocos conocidos, referentes a su historia medica, consignados en un expediente existente en el Registro Principal de Caracas, “Sobre la incapacidad de la señora Paula Correa de Zamora, visto en el juzgado de primera instancia con fecha de 1865. En dicho expediente el Dr. Pedro Bárcenas, conocido medico y farmaceuta, en comunicación dirigida a Raquel Zamora de Quintana asegura haber conocido a su madre Paula Correa en Caracas en 1808, en la casa de su hermano Rafael Correa, su condiscípulo “que entonces vestía habito talar de estudiante. En esa época era una señora como de 28 años de edad. Señala más adelante que en 1832, ya como medico, “fue llamado por el Dr. José Manuel García para recetar a la misma señora, Paula correa, su tía, que se hallaba postrada en una casa de la Parroquia de Catedral, cerca de San Lázaro, sufriendo una gravísima disentería de que tuve la fortuna de salvarla, habiéndome pagado la curación dicho Dr. García. Posteriormente dice haber sido llamado varias veces en Charallave, Valles del Tuy, entre los años de 1845 y 1856 por sus hijos Gabriel Zamora y Raquel de Quintana para recetar a su madre “ en la crónica y tenaz diarrea hepática que la postraba periódicamente” y que pensamos correspondía probablemente a una forma de síndrome disentérico recurrente de posible etiología bilharziana, ya que la señora había vivido mucho tiempo en un área de alta endemicidad.


El Dr. Pedro Tomas Siso en el mismo documento citado confirma que había asistido como médico a la Señora Correa varias veces, llamado por su hija Raquel Zamora o por la Srita. Melisa Caspers su nieta para recetarla, "Ya que padecía de Diarrea hepática, complicada con asma crónica". El Dr. Gerónimo Blanco, profesor de la Universidad, También dice que conocía a la Sra. Paula de Zamora desde hacía ocho (8) años más o menos "de vista, trato y comunicación, habiéndome llamado a su casa por recomendación del señor Dr. Julián Martinez, para encargarme de la asistencia médica de una señorita nieta de la espresada señora e hija del señor General Quintana, la cual habían traido sus padres desde Charallave, de todo punto ciega. El haber recobrado la enferma el uso completo de la vista en setenta y cinco días de curación, puede explicar el orígen de las relaciones de amistad que desde entonces se han logrado sin interrupción con la Sra. Paula Correa de Zamora con la parte de su estimable familia que ha tenido la ocasión de conocer y tratar, relaciones que también contribuyó a estrechar más adelante la circunstancia de haberse matriculado en el Colegio de Vargas, cuando yo lo dirigía, un niño del señor Gabriel Zamora en calidad de interno, por lo que la Señora Paula de Zamora honraba con sus visitas frecuentes mi colegio, acompañada siempre por la señora Melicia Casper o de la señora Raquel Zamora de Quintana".


Asevera además el Dr. Blanco que había recetado con bastante frecuencia en los últimos años a Paula correa, en la casa de su hija la Sra. Raquel Quintana donde vivía por los " ataques de asma sintomática y de diarrea hepática", que sufría de una manera crónica.



Los años de 1846 y 1847 fueron de angustias y sobresaltos para Paula Correa y su familia. Su hijo Ezequiel había abandonado la pulpería que tenia establecida en la Calle real de Villa de Cura para transformarse en guerrillero, alzado en armas contra el gobierno de Carlos soublette. Sus seguidores lo titulaban General del Pueblo Soberano, hasta ese momento Ezequiel era conceptuado como un comerciante laborioso, cumplidor de su deber y defensor del orden establecido, su madre juzgaría su conducta como una manifestación “de los desvíos de su entendimiento”.





La revolución armada es vencida al cabo de siete (7) meses y Ezequiel Zamora es capturado y trasladado a Villa de Cura en calidad de Reo. Dirá en su juicio que la presa de oposición Liberal a cuya lectura se entregó con ardor, lo había perdido, " y que un gobierno que había quebrantado la Ley debía ser contenido por la fuerza". En ese tiempo Paula Correa vivía en Villa de Cura, en la casa de Juan Caspers, comerciante también y esposo de Carlota Zamora Correa, la hija mayor.


En resguardo de la persona del Reo, para evitar la fuga que se rumoraba, decidieron trasladarlo a la cárcel pública de Maracay. Montado en un burro, engrillado bajo un sol inclemente, su madre lo acompañará parte del camino, rogándole al comandante de la escolta Juan Pereira, que le permitiera ponerle un sombrero. Ezequiel llega gravemente enfermo a Maracay.


El juicio en contra de Ezequiel Zamora, instruido en Primera Instancia en el Tribunal de Villa de Cura, resultó en una sentencia condenatoria a muerte el 27 de Julio de 1847. La sentencia le fue comunicada a Zamora a las 8:00 de la mañana del 30 de Julio por el Alcalde del Cantón de Maracay en la cárcel pública de dicha ciudad. El 10 de Agosto doña Paula oficia a la Corte Superior de Caracas nombrando al Dr. Elías Acosta, defensor de su hijo en Segunda Instancia: "El ha prestado su conformidad atendiendo a los ruegos y lágrimas de una madre". Paula Correa ya sexagenaria, se convirtió en una activa defensora de su hijo ante la crítica situación en que éste se encontraba. Denuncia en cartas al Presidente de la República, de fechas 4 y 10 de Septiembre de 1847, que existía una conspiración para asesinarlo y suplica su traslado a la cárcel Pública de Caracas para evitarlo. su petición le fue negada.


La sentencia a muerte de Ezequiel es confirmada en Segunda Instancia el 6 de Septiembre de 1847 y la Corte Suprema la reconfirma el 28 de Octubre siguiente. Doña Paula utiliza en esos días las páginas de la prensa Liberal y en el periódico La Unión del 26 de Octubre publica un extenso remitido, donde apela al recto juicio y sentido humanitario de los magistrados y dirá en medio de sus tragedia: "Cuando mis ojos enlagrimados por la más grande amargura, que penetrar puede en el corazón de una madre, divisan con claridad, bajo del supremo solio de la justicia, varones cuidadosamente escigidos, por la Nación en Congreso, Padres Respetables, Virtuosos y sensibles de la familia Venezolana, magistrados en fin llenos de rectitud y saber, firmemente apoyados en la preciosa cordura, que solo da la vida gastada en el tratamiento de este mundo falaz, un consuelo inefable sienten mis entrañas todas, que me concede esperar con certeza que mi hijo Ezequiel será juzgado en esta última instancia solamente por las Leyes y por el mérito del proceso".


El 5 de Noviembre de 1847, el General José Tadeo Monagas, Presidente de la República, conmuta la pena de muerte de Ezequiel Zamora por 10 años de presidio cerrado en Maracaibo, pero una nocha antes del traslado el preso se fuga de la cárcel de Maracay, seguramente sobornando a los guardias, y con la ayuda de algunos miembros de su familia. Ezequiel olvidará su pasado de pulpero y trajinará en adelante, bajo la tutela de los Monagas, su carrera de militar exitoso que tendrá su culminación en la Guerra Federal.


La vida de doña Paula Correa según lo expresado en el expediente de 1865, se deduce que fue una mujer de una salud muy precaria y que para la fecha en que se instruyo ese expediente, era una octogenaria con un marcado deterioro físico y posiblemente mental, tal como lo aseguraran varios médicos que la conocieron y trataron. Vivía para entonces en Caracas en la casa de su hija Raquel Zamora de Quintana, desde antes de la caída de los Monagas hasta después de la Guerra Federal, y así lo hace constar su hija Genoveva la esposa de José Manuel García Correa, en comunicación dirigida al Dr. Ezequiel Jelambi, su vecino y otro de los médicos tratantes. Toda la información consignada en dicho expediente en relación con los padecimientos físicos de Paula Correa de Zamora, el diagnostico y el juicio de sus médicos, forman parte de la querella legal que se suscito entre los miembros de su familia en relación a la capacidad que tenia doña Paula para administrar los veinte mil pesos que la Asamblea Constituyente de los Estados Unidos de Venezuela le había acordado “Presente Extraordinario” a ella como “Tronco Común”, y a través de ella para proteger a la familia del ilustre Jefe Ezequiel Zamora a quien la Asamblea declaró:



PRIMER SOLDADO DE LA FEDERACIÓN VENEZOLANA



Hay dos hechos pocos conocidos para la mayoría de los lectores; el primero es que existe un retrato fiel y verdadero de la señora Paula Correa, de medio cuerpo, cuyo autor se desconoce. Este retrato está en poder de sus herederos, en la ciudad de Caracas y una fotografía de la Sra. Paula.




JOSEFA PAULA CORREA RODRÍGUEZ



En el retrato se aprecia a una señora de edad avanzada, 70 años aproximadamente, delgada, de rostro alargado, huesudo, con nariz larga, pómulos salientes y ojos hundidos, cuello largo y cabello negro con raya en el medio.



Se ignora la fecha y la circunstancias en que falleció doña Paula Correa, pero de ser cierta la información antes mencionada debió tener más de 100 años.




El contenido de este artículo es un homenaje del autor a una madre venezolana, quien como cualquier otra en cualquier otro momento y circunstancia, actuaria de igual manera. Y lo dedico especialmente a las madres del Estado Aragua, sitio de origen de doña Paula Correa y la tierra donde ella vivió en distintas etapas de su vida.




Fuente: Eva`s diario el Siglo


Maracay, Domingo 28 de Mayo de 1995